Reseña de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer del libro "El futuro del padre" de Winter

  • Fecha:17-12-2020
Reseña de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer del libro "El futuro del padre" de Winter

WINTER, J.P., El futuro del padre. ¿Reinventar su lugar?, Editorial Didaskalos, Madrid 2020, 192 págs. 

De origen hebreo, Jean Pierre Winter nació en París en 1951. Es un profesor de vastísima cultura y audaz perspicacia. Estudió filosofía en la Universidad parisina de La Sorbona, completando luego su formación en vertientes de derecho y economía. Se diplomó, además, en psicología clínica en la línea de Jacques Lacan y de la Escuela freudiana de París. Sus publicaciones son de reconocido prestigio en este campo, avaladas por toda una vida de experiencia clínica a sus espaldas. En este volumen, del todo singular, escrito sobre todo a partir de casos reales en su consulta y del comentario de algunos relatos conocidos, se aventura a la búsqueda de una figura arrinconada en nuestra sociedad, la del “padre”. En nuestra coyuntura occidental, la posición paterna en el seno familiar ha cambiado radicalmente en los últimos decenios. Su papel y autoridad han experimentado un giro copernicano. Las familias monoparentales se han multiplicado. En la actualidad, para traer el mundo a una criatura, una mujer tiene caminos diferentes a los que habitualmente se transitaban hasta hace unos lustros. El resultado de todas estas transformaciones sobre la vida de los hijos, sobre su educación y personalidad es algo que todavía está por descubrir en su totalidad. ¿Cuál será el desenlace de estos cambios tan significativos en las nuevas generaciones, en el destino y vertebración de la sociedad? Winter se ha planteado con hondura todas estas cuestiones, las ha analizado con detenimiento en un panorama donde los contornos del padre están adquiriendo horizontes inesperados. Es sustancial reflexionar sobre estos argumentos escapando de la superficialidad y ofuscación que a menudo signan nuestros días. El libro comienza con un prefacio del Profesor José Noriega, reputado especialista en matrimonio y familia. Son páginas luminosas e importantes para comprender y enmarcar adecuadamente esta densa publicación. ¿Por qué una editorial como Didaskalos publica el texto de un psicoanalista lacaniano? La respuesta la da Noriega: el libro de Winter es una verdadera provocación. Enuncia una pregunta decisiva, la cuestión del padre, y suministra los trazos de una respuesta con gran belleza y originalidad, desde una atalaya alejada, en principio, de la fe cristiana; y, sin embargo, afín en el modo de entrever la radicalidad de esta cuestión y de desvelar el engaño ideológico que nos ciega hodiernamente en muchos casos. Esta monografía se estructura en tres partes. La primera (“Figuras del padre”: p. 33-103) se compone de cuatro capítulos y se desarrolla primordialmente en torno a casos clínicos y a una interpretación de la película “La vida es bella”. Winter trata en estos capítulos de explicar el sentido simbólico de la figura del padre a partir de algunos ejemplos e imágenes. La segunda parte (“La eliminación del padre”: p. 103-145) introduce el tema de la diferencia sexual y la genealogía. Se trata de un argumento controvertido, de enorme actualidad, que el autor formula con valentía, reconociendo que “la diferencia sexual tiene una base real” (p. 114) y que no reconocer esto es anular el sentido simbólico de la figura paterna. Por último, la tercera parte (“Sin padre”: p. 145-175) aborda algunas cuestiones de gran calado y gira en torno al tema de la legalización de las familias sin padre. En su obra, Winter ha entrevisto la tragedia de una sociedad que ha matado al padre (según la interpretación freudiana del mito de Edipo), pero que se encuentra ahora perpleja, sin saber a qué atenerse. La ausencia de padre se desvela sumamente aterradora. Que la presencia simbólica del padre, como reclamo de la grandeza de un origen, se evapore, deja al hombre desorientado y a la sociedad perdida. De aquí la pregunta: ¿hemos de reinventar su lugar? La sociedad sin padre se convierte, tomando de nuevo una imagen de Freud, en una horda, en una manada, que funciona bajo el reclamo del más fuerte, que marcha aturdida entre un origen sin contenido y un futuro sin esperanza. Winter vislumbra por ello la necesidad de reconstruir culturalmente la imagen del padre, su valor simbólico, su rol insustituible. Para ello establece una distinción que es vital en el desarrollo del libro. No es lo mismo la ausencia del padre que el padre ausente. El escollo surge cuando la ausencia se hace sustantiva; el problema actual ya no es simplemente que el padre tenga mucho que trabajar y llegue tarde (lo cual ha ocurrido siempre), sino que el lugar del padre ha quedado vacío, que su presencia se ha visto desmantelada, oscurecida, banalizada. Winter nos ayuda a comprender que la ausencia del padre tiene corolarios perniciosos a muy largo plazo. Para entender la secuela que tiene esta ausencia en la psicología y el comportamiento de una persona, no basta con medir sus consecuencias en la niñez, la adolescencia o la juventud. Los efectos son aterradores y se miden en el curso de los años. El impresionante ejemplo de Sibylle Lacan, que nos relata el autor en el epílogo, es aleccionador. Sibylle Lacan se suicida con 73 años, en 2013, y deja un libro, publicado en 1994 y titulado Un padre. La lectura de este libro, según Winter, da fe de lo que significa la ausencia del padre y del efecto aciago y catastrófico que tuvo en la vida de Sibylle, hasta conducirla al suicidio. El padre no es solo crucial en los momentos iniciales de la vida. Es una presencia simbólica que acompaña todo el arco de la vida humana. En el caso de Sibylle, esta ausencia la condujo al suicidio en una etapa de su vida en que parecería que esa ausencia habría podido quedar ya superada y sepultada. En definitiva, el volumen es una llamada a la responsabilidad, a nadar contracorriente, a encarar la vida desde perspectivas clarividentes. Las propuestas y observaciones de Winter no dejan indiferentes. Por el contrario, sus consideraciones invitan a una intensa y lúcida reflexión, a no dejarse arrastrar por lugares comunes, por tópicos manidos o sugerencias engañosas. Por este motivo, se trata de una publicación altamente recomendable sobre una problemática de enorme actualidad y cuya lectura no defraudará a quien se adentre sin prejuicios en sus páginas. Puede ser muy benéfica para educadores, agentes de pastoral y familias que aspiren a vivir su real vocación con solicitud, sensatez y esmero. 

Fernando Chica Arellano