Reseña de "Diez mujeres de cine" por José Mª Aresté en Decine21.com

Reseña de "Diez mujeres de cine" por José Mª Aresté en Decine21.com

Pequeño gran libro. De diez. De Díez y Basallo, de Basallo y Díez, tanto monta, monta tanto, Teresa como Alfonso, mujer y marido y padres de familia en el mundo real. 

“Diez mujeres de cine” no es el típico libro recopilatorio de una serie de títulos, diez en este caso, con un tema común que justifica una unificación, con frecuencia un tanto impostada. Aquí la honda mirada antropológica se constituye en sólido nexo de unión, al saber mirar a las películas más allá de los fotogramas, o de que tenemos ante nosotros a tal actriz, a quien dirige cual realizador, y que nos cuentan no se sabe qué. La columna vertebral de la obra es, sí, como el título señala, la mujer en el cine, pero parafraseando el relato del Génesis expresamente citado, no es bueno que la mujer esté sola, y aquí, con diez películas muy bien seleccionadas, se habla también del hombre, y de la complementariedad de una y otro, lo que tienen que aportarse mutuamente, en su vida en común, en su ser personas.

Tú y yo, Caravana de mujeres, El diablo viste de Prada, La hija de Ryan, Revolutionary Road, Thelma & Louise, Gran Torino, domina el cine anglosajón. Francia tiene un ilustre representante, Las nieves del Kilimanjaro, y el cine español recibe una nada despreciable cuota del 20%, Solas y Cinco lobitos. Son filmes bastante conocidos, y fáciles de visionar. Y que permiten analizar, de un modo muy humano, situaciones y desafíos muy actuales, donde la mujer tiene tanto que aportar. Sí, te pueden cambiar la vida, como le ocurre a un Cary Grant, e incluso la “mujer fantasma” que no vemos, es la luz de la viudez de un Clint Eastwood, en dos de los títulos citados.

El gran milagro de este libro es su capacidad de síntesis, decir mucho con poco. Aletea en él el espíritu de Julián Marías, a cuyas páginas de cine en Blanco y Negro dedicó Basallo su libro “Julián Marías, el filósofo enamorado de Greta Garbo”, y cuyo personalismo ha estudiado a fondo Díez. Sorprende la agudeza de apuntar el ligero equipaje con el que se puede acercar una al matrimonio –“¿Es realmente imprescindible para casarse tenerlo todo atado y bien atado, disponer de una casa, dos sueldos, dos másteres, coche...?”– a propósito de Caravana, o poner en su sitio con contundencia a cierta concepción del empoderamiento femenino mirando a Meryl Streep en El diablo, “apeada del pedestal del tacón de aguja, Amanda no es más que una enana moral”.

¿Cómo no admirarse del modo en que se recuerda “el contexto de liberación sexual posterior a mayo del 68” para que entendamos mejor a La hija y la inmadurez de la protagonista? ¿O la sordera de la pareja de Revolutionary, que lo tiene todo y no tiene nada? ¿Qué decir de la espiral que conduce al abismo de las amigas Thelma & Louise en su lucha contra el varón? Estamos ante un libro atravesado de increíbles intuiciones, como la de Las nieves en que se alude a “un socialismo químicamente puro, si es que tal cosa existe, despojado de coartadas políticas y partidistas”, y que bebe “en el fondo, del mismísimo Evangelio”.

Este libro saca oro puro de Solas subrayando la maestría de la película de Benito Zambrano, pero osando contradecirle en el título, que no sería exacto, las mujeres, Rosa y María no están solas, su “fuerza casi telúrica, para defender sus crías y forjar personas” es increíble, pero con la ayuda del varón, el vecino, van todavía más lejos. Y hasta citan a Pedro Almodóvar a propósito de su comentario sobre las madres, su “capacidad de fingir, sufrir y amar” de Todo sobre mi madre, pues incluso en la estridencia de su cine pueden asomar “algunas intuiciones certeras sobre el mundo femenino”. Y también de Cinco lobitos se sirven para quitar hierro a los retos de los padres primerizos, y recordar que dentro de las dificultades de cualquier matrimonio cabe recordar que es gratificante construir tu hogar, ahí donde estás, y es que “a veces eres feliz y no te das cuenta”.